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Lectura - Cetis 141

cachorros de la revolucion

cachorros de la revolucion

Durante la etapa de la Colonia española solamente a los blancos, es decir a los criollos y españoles peninsulares les estaba permitido montar a caballo, pero, dado lo extenso de los territorios y las grandes cantidades de ganado, los encomenderos y posteriormente los hacendados, se vieron en la necesidad de emplear vaqueros y arrendadores mestizos e incluso indígenas en las faenas del campo. Estas faenas se realizaban a caballo y con reatas. Para que los indígenas pudieran montar, se les ponían como condiciones que usaran vestimentas de cuero o gamuza y que fueran empleados por un terrateniente.

A principios del siglo XX, después de la Reforma Agraria surgida a raíz de la Revolución mexicana, comenzó la Charrería a conformarse como deporte. Ello implicaba hacer alarde de las habilidades ecuestre que los charros o vaqueros mexicanos realizaban para ganarse la vida y también para divertirse durante las fiestas o ferias de su localidad o región. La Charrería está registrada en la Comisión Nacional del Deporte y se practica en "lienzos charros" que son instalaciones especialmente diseñadas para su práctica y cuentan con establos, ruedo, y partidero.

Cabe señalar, que en el siglo XVII fue precisamente a los llanos de Apan donde se manda el primer salvoconduco, que permite al criollo o mestizo o montar al nobe bruto y como coloquialmente dice la gente de a caballo, resulto rezongona la gata, porque aún y cuando se inicio utilizando los arreos y costumbres de los españoles para la monta a caballo, al igual que en muchas situaciones, se fue evolucionando y los implementos y atuendos utilizados para las labores de la ganadería y el campo fueron adquiriendo personalidad propia, pasando desde el atuendo del chinaco al charro mexicano, asimismo se implementa un tipo de rienda muy diferente a todas las partes del mundo, destacandose por ser vistosa y al mismo tiempo elegante.

Este deporte se ha trasmitido de generación en generación y muchos arreos como espuelas, frenos, cabezadas y monturas son sucedidos desde abuelos o bisabuelos creandose familias de mucha tradición, pese a que puede considerarse como un deporte extremo por el riesgo y peligro que se corre al manejar ganado y hacer cada vez mas vistosas las suertes, nuevas generaciones vienen empujando creando así un deporte de alto rendimiento, incluso ha iniciado en las dos últimas décadas el profesionalismo de sus participantes.

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